Entradas

ABRIENDO PUERTAS - PARTE I

El sonido de la vibración del móvil me despertó, por un instante lo ignoré para seguir durmiendo un poco más hasta que me acordé de Paul y las normas de nuestra relación. Lo cogí velozmente y allí estaba. - "Buenos días, pequeña. ¿Cómo fue la noche?" No os mentiré, ese mensaje me dejó descolocada. ¿Acaso nuestra relación no se basaba solo en el sexo? ¿También iba a tratarme bien y a prestarme atención? Los otros chicos nunca escribían, solo uno y en una sola ocasión me escribió por la mañana y fue para decirme: "Mira como me he levantado. ¿Me ayudas a bajarla?". Estaba claro que Paul era diferente, y que lo que habíamos empezado parecía más serio de lo que imaginaba. - "Buenos días, amo. La noche fue realmente bien, caí rendida después de correrme. Me has despertado con tu mensaje". - Contesté esperando una reacción parecida a la de aquel chico. - No sabes como me alegra leer eso. Si estás cansada, duerme un poco más, es importante que estés des...

EL COMIENZO - PARTE III

Estuvimos hablando una hora, Me contó que tenía treinta y seis años, curiosamente, la edad que tenía mi profesor de educación física y por el cuál  todas las chicas perdían la cabeza, así que no me pareció una diferencia tan exagerada. Vivía a más de quinientos kilómetros, eso era algo que me tranquilizaba bastante. Me preguntó de dónde era pero lógicamente, también le mentí sobre eso... Y después de "conocernos" empezó a explicarme como iba a ir nuestra relación. - "Bueno pequeña, ¿has practicado alguna vez algo de bdsm?". Me reí al leer aquello. Ni siquiera me había casi besado con mi novio, ¿cómo iba a haber practicado nada de eso? Luego caí en que supuestamente tenía dieciocho años, y por lo general, la mayoría de personas en esa época, ya habían echado algún polvo con esa edad. Pensé en silencio durante unos segundos y al final decidí no mentirle respecto a eso. - "Lo cierto es... que nunca he estado con nadie... Ya sabes". Noté como mi...

EL COMIENZO - PARTE II

La noche fue muy divertida y podría decir que me volví un poco "adicta" a la nueva forma de sexo que había descubierto. Me quedaba hasta tarde para ver el programa y "cazar" a mi nuevo amante nocturno para esa velada sexual. Todas las noches me dormía, después de jugar un rato tras el anonimato que me proporcionaba hablar por mensajes de texto con desconocidos. Descubrí que me ponía muchísimo que chicos a los que solo les había visto la polla, me dijeran todas las guarradas que querían hacerme. Prácticamente no tenía ni que hablar, ellos solos se encargaban de todo. Me encantaba ver la excitación que sentían al imaginar que podían follarme como quisieran. Pero pronto todo esto iba a cambiar, porque una noche leí un mensaje un poco diferente y sin saber muy bien donde me metía, decidí escribir. "Hombre busca sumisa que quiera iniciar en el bdsm para relación a distancia. Escríbeme". Había cumplido los dieciséis años, y estaba saliendo con un chico...

EL COMIENZO

Toda historia tiene un principio, pero no vamos a ir hasta mis primeros recuerdos como si esto se tratara de una autobiografía ñoña. Vamos a retroceder en el tiempo, pero no tanto. Acompáñame. Desde muy pequeña siempre me había apasionado el mundo de la tecnología y la informática. Ya tenía quince años, hacía tiempo que tenía móvil, sobre todo para que mis padres pudieran localizarme cuando salía con mis amigos, y no hacía demasiado que habían salido al mercado los teléfonos móviles a color y con esa súper cámara de fotos de 0.2 megapíxeles. Había llegado la era de los mensajes multimedia. Con lo que me daban mis padres todas las semanas, conseguí ahorrar un poco y me fui con una amiga a una tienda de telefonía móvil. Ya era hora de hacerme con uno de esos novedosos cacharros. Al entrar, le pregunté a la chica que trabajaba allí, que cuáles eran los móviles más económicos que tenía y que se ajustaran a mi corto presupuesto. Me mostró dos y finalmente me decidí por el que tenía...

INTRODUCCIÓN

Mi nombre es Chloe, aún no me conoces, o eso es lo que crees. Soy una chica, un ser mortal. Soy tú. Soy quién tú quieras que sea. A partir de ahora vas a descubrir mi historia, que también puede ser la tuya o la de cualquiera. Una historia oscura y perversa, llena de deseo, lujuria y autoconomiento. No es una historia apta para todo el mundo. No es apta para sensibles, homófobos o temerosos. Vas a adentrarte en el lado más oscuro de mi vida, vas a ser testigo de lo que ocurre cuando la luz se apaga. Si aún sabiendo todo esto, quieres formar parte de ella... Sigue adelante. No mires atrás. No dejes de leer. Presta atención. Tres. Dos. Uno. Apaga la luz.